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  • Foto del escritorGloria Molina

II Festival de Vencejos de Alange, un gran éxito



Estreno con este post, mi blog en TRIKOTONATUR, con algo muy interesante que merece la pena comentar para que salgan a la luz los trabajos de conservación, investigación, educación y conservación de estas aves que me fascinan y de las que estoy totalmente enamorada: los vencejos. Me estreno entonces con mi modesta reflexión sobre estos días, del 25 al 26 de mayo 2018 compartidos con tantos amigos en Alange.


La primera vez que supe que se había realizado un festival de vencejos, creo que el primero en temática que se hacía en España, fue a través de Jesús Solana, veterinario destacado por su estudio, seguimiento y protección de los vencejos y especialmente de aquellos que vuelven cada año a Alange, a 20 minutos de Mérida. Ese festival del año 2016, tuvo mucha repercusión entre todos los amantes de estas aves por lo que pude leer y por lo que los compañeros me contaron.


Así me quedé con el gusanillo de haber querido ir y conocer ese oasis que es Alange, en mitad de las tierras extremeñas y que tantos tesoros alados vencejiles guardaba para mí.

Y por fin, en la primavera de 2017, no solo tuve la suerte de pisar Alange, sino que tuve la inmensa fortuna, gracias a Jesús Solana, de conocer a unos amigos muy especiales que aman a los vencejos, y que desde hace años investigan, trabajan y divulgan toda la información sobre ellos de manera que llegue a todos el mensaje de su protección y cuidados. Unos grandes expertos europeos en vencejos, todo un honor al poder compartir esos días con ellos.


De izquierda a derecha: Martine Wauters, Gloria Molina, Luis-Philippe Arnhem, Edward Mayer, Mandy Mayer, Jesús Solana, Charlotte Jacquat, Marcel Jacquat y Bernard Genton
Encuentro en Alange con los expertos europeos 2017. De izquierda a derecha: Martine Wauters, Gloria Molina, Luis-Philippe Arnhem, Edward Mayer, Mandy Mayer, Jesús Solana, Charlotte Jacquat, Marcel Jacquat y Bernard Genton

No pensé que fuera a volver a Alange tan pronto y por un motivo tan bonito como el que me deparaba la extraña primavera de este año. El “protector” de los vencejos de Alange, como me atrevo a llamar cariñosamente a Jesús, junto con otros buenos compañeros como Sara Díaz del Hospital de Fauna Salvaje AMUS y el Ayuntamiento de Alange, volcado en la iniciativa, iban a organizar el II Festival de vencejos.




No tuve que pensarlo dos veces y allí volé en mi coche el viernes 25 de mayo, junto a mi amiga Charo Romo (Traductora intérprete y gran conocedora del mundo ornitológico) para participar en este fantástico encuentro.




Me gustó volver a abrazar a los que yo considero “venceamigos”, una categoría muy emotiva para mí: Jesús Solana, Esperanza Portillo, Carlos Flores, Ángel Mejías de BirdsClean, Sara Diez, Marina Guerrero, Rafa Benjumea… y enriquecerme con otros que allí conocí: William Haworth de Extremadura birding, el marido de Esperanza (encantador), Elena Moreno de Ecourbe, a la que tenía ya ganas de conocer en persona, Encarna González y Gustavo Ferreiro de SEO Pontevedra, José Antonio Montero, periodista de Quercus


Gran reunión en Alange de amigos del mundo de los vencejos. Con actividades y talleres de educación ambiental y stands de AMUS, AEDENEX, SEO…


Excelentes ponencias con gran contenido técnico y divulgativo sobre vencejos y cuyo resumen dejo en este enlace de Ecourbe, en el que queda muy bien reflejado todo:

Crónica del II Festival de los Vencejos de Alange


Solo me queda agradecer una vez más a los valientes que luchan y trabajan por conseguir que se realicen estos encuentros con este tema tan particular e importante y al ayuntamiento de Alange que pudo comprender el valor que los vencejos dan a su pueblo, porque no hay que olvidar que Alange, es uno de los paraísos en donde se pueden encontrar, aparte de los vencejos invernantes en su iglesia; vencejos comunes, vencejos pálidos, vencejos reales (IMPACTANTES en la presa), vencejo cafre y vencejo moro… ¡qué más queremos!





Y después de disfrutar de los amigos, de habernos deleitado con el vuelo de los vencejos comunes, pálidos y reales y haber aprendido muchísimas cosas... Charo y yo nos fuimos a Ávila, para seguir la ruta de los vencejos… pero esa aventura dará para otro post…

¡Gracias Alange! ¡Ésta es la magia de los vencejos!


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